viernes, 17 de febrero de 2012

RECUPERANDO TU AMOR. CAPITULO 34: EN LOS MONTES DE OLYMPIC






DISCLAIMER: Ninguno de los personajes que aparecen en este fic me pertenecen, son propiedad exclusiva de a magnifica S. Meyer. Y para ilustrar el capitulo nada mejor que estas maravillosas imagenes del Parque Natural del Olympic. Por supuesto no son mías, las he sacado de Internet, pero desconozco a su autor.



Capitulo 33: En los montes de Olympic

Pov Edward

Te juro que Emmett me va a oírdijo Rosalie, toda enfadada–. Edward ¿tendrías mucho inconveniente si te quedas sin hermano?
Creo que sería más problemático  para ti que para le dije riéndome–pero no olvides que tenemos a una especie de monstruito saltando y corriendo a todas horas haciendo público el embarazo de la dos.
Umm, no creo, Alice está bastante histérica pero se corta delante de los niños, sigo pensando que ha sido Emmett.
Cría fama y échate a dormirdije yo entre risas.
Habíamos llegado a donde tenía aparcado el coche y senté a Gaby en la silla especial. Me despedí de Rose y salí rumbo al hospital. Cuando llegué Bella ya me estaba esperando en la puerta, estaba preciosa con ese conjunto especial que se había puesto para la excursión. A lo mejor eran las ganas de verla con su tripita porque era consciente de que estaba de poco tiempo, pero juraría que ya se le notaba un poco. De hecho ya se empezaba a quejar de que la ropa no le abrochaba, lo que había dado a Alice la excusa perfecta para salir de compras y había vuelto con ese conjunto para la excursión en tono azul que la quedaba a las mil maravillas.
Holale saludé mientras salía del coche deprisa para abrir su puerta, puede parecer exagerado pero quería mimarla, cuidarla, protegerla. Le di un beso en los labios, y la ayudé a entrar.
¿Qué tal el día?
Bueno si cuentas que he tenido que lidiar con un montón de mamás histéricas presionando para que el hospital ponga una denuncia contra la empresa de catering del colegio por lo de la salmonelosisme contó desesperada—. Lo más gracioso es que el hospital ya la ha puesto pero como no callaban y no nos dejaban hablarhasta que Carlisle ha cogido un silbato que Alice le dio un día y siempre lleva consigo como si fuera un amuleto y lo ha hecho sonar. Entonces ¡Por fin! Se han enterado y lo mas gracioso es que yo como madre las comprendo pues  yo reaccionaria igual, lo malo es que no dejaban hablar se lo decían todo ellas. Pero  lo peor del caso no es tener que lidiar con las mamás no, lo peor son las abuelas, que son todas médicos frustrados y de todo  saben. Aunque también supongo que cuando yo sea abuela me comportaré  igual. Me acuerdo un día allí en Jacksonville que estuve a punto de darle el estetoscopio a una para que auscultara al niño…—yo la escuchaba divertido pero mi hija también estaba escuchando
Abu Renée es así y abu Esme también, ¿verdad mamá?, yo os  he oído a abu Carlisle, a la tita Alice  y  a ti, decir muchas veces que ellas son los médicos jefes ¿a que sí?
Bueno … – contestó mi Bella un tanto violenta—, pero te advierto que como se lo digas
Sí, si ya lo me quedo una semana sin ver películas de video o sin jugar videojuegos
Bella empezó a bufar por lo bajo, rodando los ojos al mismo tiempo, y yo no pude evitarlo y me eché a reír pero la sonrisa se me congeló en la cara al ver la mirada envenenada que me dedicaba mi Bella.
Después de unas cuantas paradas para ir al servicio y comer algo por el camino, llegamos por fin a nuestro destino. El camping era fabuloso, en la entrada una recepcionista muy amable nos recibió.
Que niña más monadijo la mujer—,  ¿no tienes hermanitos?, tienes que decirles a tus padres que encarguen uno a la cigüeña.
Sí señora, pero lamento decirle que a los niños no los trae la cigüeña, crecen y luego salen de las tripas de las mamás, los papás se los ponen ahí después de quererlas mucho
Ni que decir tiene que la pobre mujer se quedó con la boca abierta ante la respuesta de la niña, yo de repente encontré el suelo muy interesante y Bella estaba colorada como un tomate, pero la mujer  se echó a reír a carcajadas, provocando que nosotros dos la siguiéramos.
—¡Menuda niña más bonita y salada, que graciosa¡ –dijo la buena mujertengan, aquí tienen un plano para llegar al espacio que se les ha destinado para acampar. Si necesitan algo no tienen más que pedirlo. ¿Me das un beso  cielo?
Claro contestó mi niña dando a la mujer un sonoro beso en la mejilla
Después de esto nos dirigimos a lugar donde acamparíamos. Gaby estaba entusiasmada revoloteando tipo Alice alrededor mío mientras sacaba los útiles para montar la tienda. Era la primera vez que hacía una cosa así y estaba verdaderamente entusiasmada.  Mientras le enseñaba como se hacían las cosas empecé a pensar en  lo que le había dicho a la señora y eso me llevó a recordar que ya sabía lo del bebé
Gaby hija mira, puedes traer del maletero del coche la ropita que esto ya casi está —cuando se alejó  lo suficiente me acerqué a Bella y le dije al oído—. Amor,  Gaby ya sabe lo del bebé, no me preguntes como lo sabe pero lo sabe. Salía diciéndoselo a Tony cuando la fui al buscar al colegio.
¿No me digas?contestó Bella¡Emmett, dichoso Emmett!,  ¿cómo se lo habrá tomado?preguntó preocupada.
A juzgar por cómo está, por como ha respondido a la señora y el tono con que se lo ha dicho a su primo,  yo creo  que se lo ha tomado bien.
Ahora mismo vamos a sacar la cena y después mientras asamos malvaviscos,  se lo decimos.
Y dicho y hecho, cenamos unos sándwiches que Bella había preparado y después nos pusimos con los malvaviscos
Gaby hijaempezó Bella—, verás hay algo que tenemos que
Sí, ya que llevas ahí dentro un hermanito para —le dijo a su madre señalándole la tripa y yo de nuevo me quedé en shock, pero Bella que por supuesto la conocía mejor no se amedrentó
¿Cómo diablos los sabes?
Peter y Tony me dijeron que Seth les  dijo que Maggie le había contado que a su madre le había dicho la tita Alice que y ella estabais las dos embarazadas y que ibais a tener un bebé cada una— pobre Emmett pensé,  cría fama y échate a dormir. Después a abu Renée decirle a abu Esme que me ibais a llevar de excursión para celebrar conmigo mi cumpleaños y decirme lo del bebé.
Bueno y ¿qué te parece? preguntó mi Bella. Yo estaba un tanto mareado con tanto me dijo, le dijo y escuché, pero parece que era tónica normal en la niña porque Bella la siguió perfectamente.
Pues muy bien, que ya era hora
¿Qué ya era hora?preguntó mi Bella confundida.
A ver cuántas veces le he oído decir a la tita Alice que es muy aburrido ser hijo único y que es mejor tener más de uno, eso quiero una niña por favor, estoy harta de tanta Formula Uno y de tanto beisbol ¿es que los niños no tienen otra cosa en la cabeza?
Bella y yo ante el comentario nos echamos a reír a carcajada limpia.
Créeme hijadecía mi Bella entre risaslos niños pasen pero  los adultos son peores.
Empezamos todos a reírnos a carcajadas, mientras nos comíamos los últimos malvaviscos. De repente Gaby se quedó muy pensativa y seria, cuando  le preguntamos qué sucedía dijo que tenía sueño y que quería dormir.
Edwardme dijo mi Bella por lo bajo–, algo me dice que debes ser tu el que la ayude a meterse en el saco, creo que tiene algo que preguntarte.
Me la quedé mirando intrigado pero me levanté y fui a ayudar a mi niña. Cuando entré en la tienda, tenía esa expresión que ya le había visto otras veces y que era una señal de que algo tenía en la cabeza y hasta que no lo soltara no iba a quedar tranquila.
¿Tienes algo que decirme?le pregunté.
Buenoveráses queestaba pensandoque tu
Gaby cielo, lo que tengas que decirme, dímelo sin más,  no va a pasar nada, no me voy a enfadar
Es que me da miedo de que ahora quieras más al bebé que a mí, porque al fin y al cabo  me acabas de conocer  y a este bebé  le vas a conocer desde el principio
Pero hijale dije asustado cogiéndola entre mis brazos¿cómo puedes llegar a pensar eso?,  eres mi princesita y a pesar de que no he estado contigo hasta hace poco, eres muy especial para mí. No si me vas a entender pero antes de verte yo estaba muy triste y no tenía ganas de hacer nada, y cuando te vi en el hospital y me llamaste papá, me devolviste la alegría. Siempre serás mi hija preferida, te quiero mucho y aunque no haya estado contigo todos estos años quiero que sepas que siempre os tuve en mis pensamientos, me acordaba de ti y de tu madre continuamente deseando estar con vosotras,  siempre estaré ahí para ti.
Pero si el bebé es otra niña, ya no seré tu princesa
Siempre serás mi princesa, lo que pasa es que tendré a mi Reina y a dos princesas a quien querer mucho. Hija el corazón es muy grande y en él caben todas las personas a quien conocemos a lo largo de nuestra vida y queremos. Porque venga otro bebé no voy a dejar de quererte a ti, os voy a querer a los dosle dije desesperado porque me entendiera.  ¿Tú has dejado de querer a mami por quererme a o nos quieres a los dos?de repente me echó los bracitos al cuello y me abrazó.
Os quiero a los dos papi, ya entiendo lo que me quieres decir y cuando venga el bebé os querré a los tres.
¿De verdad que lo entiendes?le volví a preguntar preocupado.
Sí, ya lo entiendo. Papi¿de verdad que yo te devolví la alegría esa que habías perdido?
De verdad
Perdona papi, por haberme puesto así yo
No hay nada que perdonar mi niña, es normal lo que te pasa, pero ten siempre presente que yo te quiero, que siempre te quise aunque no estaba contigo y nunca, nunca dejaré de hacerlo.
Vale papi, pues ahora me voy a dormir. Tengo sueño.
La ayudé a meterse en su saco y  le  canté aquella nana que había compuesto para ella el día de Navidad cuando regresamos de casa de mis padres.
Esa es mi naname dijo medio dormida–, la que hiciste para en Navidad.
Para que veas lo mucho que te quiero…—le dije con  lágrimas en los ojos.
¿Sabes papi?, cuando me haga mayor quiero ser policía como tu para meter a todos los señores malos en la cárcel  –y al escuchar eso nuevas lágrimas descendieron por mis mejillas, esto era demasiado ¿Cómo podía ser  posible que una niña a la que prácticamente había abandonado me quisiera y admirara de esa forma? Mi corazón solo hallaba una respuesta: Bella, mi Bella.
 Cuando se durmió salí hacia afuera y vi a  Bella  apoyada contra el tronco de un árbol. Parecía pensativa. Cogí una de las mantas con las que nos íbamos a arropar dentro y  fui hasta ella. La eché hacia delante para poder sentarme detrás de ella envolviendo su cuerpo con mis piernas y arropándonos a los dos con la manta. Bella se dejó hacer y echó la cabeza hacia atrás para apoyarla en mi pecho.
¿Nos has oído verdad?
¿Cómo piensas que he actuado?,  ¿me habrá creído? ¡Dios! Bella.
Tranquilo amor, ella se ha quedado satisfecha con lo que le has dicho, la conozco y si no hubiera sido así no se habría quedado dormida tan tranquila, al contrario, seguiría insistiendo. ¿Sabes?me preguntóel año pasado la profesora les preguntó en clase que querían ser de mayores y ella le contestó que ser médico como yo estaba bien pero que ella quería ser  policía como su padrey de nuevo mis ojos se desbordaron por la emoción.
Gracias, mi amor, muchas graciasle dije mientras la apretaba más fuerte contra mí.
¿Porqué?parecía sorprendida.
Estabas en todo tu derecho de hablar a la niña mal de mí, pero hiciste todo lo contrario y cada día te quiero más por eso, me pudiste quitar el cariño de mi hija y, sin embargo, me lo diste.
Yo nunca dejé de quererte Edward, y por eso no pude, sencillamente no pude hablar a la niña mal de ti, no me pareció justo, no , era como si traicionara todo lo que habíamos vivido juntos, estaba dolida y resentida contigo pero aun así te seguía queriendo y la niña no tenía la culpa, su derecho era saber la verdad.
Y yo te quiero más por eso, mi amor, ereseresadorable –le dije comenzando a besarla. Solo pretendía darle un beso y nada más, pero el deseo y el amor que sentía por ella me obligaron a profundizarlo. Mi lengua se introdujo en su cavidad, degustándola, deleitándome con ella, su lengua luchaba con la mía por dominar y gustoso cedí para que ganara. Era delicioso sentir como recorría mi boca  sin dejar un centímetro sin chupar. Cuando rompimos el beso, estábamos exhaustos, cansados, felices.
Vámonos a dormir. Es tarde y mañana quiero llevaros de excursión, no sin antes darle mi regalo a Gaby.
Nos levantamos del suelo y entramos en la tienda. Teníamos un saco doble para poder dormir los dos juntos. Ni loco dormía yo separado de mi Bella.
—¿Eres feliz? —le pregunté una vez nos hubimos instalado dentro del saco.
Muchísimo Edward, más feliz de lo que nunca he sido
¿Edward?, ¿qué te gustaría que fuera, niño o niña?
—Estaré feliz con lo que venga mi amor pero, aunque ya tengo una princesa, me gustaría otra niña, otra igualita a ti, aunque  pienso que tú prefieres un niño esta vez, ya sabes… tu pequeño príncipe.
Te equivocas, porque a también me gustaría tener otra niña. De hecho ya tengo elegido el nombre. Pero por supuesto estaré igual de feliz con lo que sea.
¿Y cuál es ese nombre?
Ya te lo explicaré mañana. Quiero comentártelo a ver qué te parece, pero ahora estoy muerta de sueño.
Pues duerme mi amorle dije acercándola más a
Edward, Antes he escuchado que le cantabas a Gaby la nana que compusiste en Navidad, ¿te acuerdas de la que me hiciste a mí?
Por supuesto, jamás la olvidaría
¿Te acuerdas que siempre me la cantabas para que me durmiera cuando no podía?
Sí, me acuerdo
Cántamela…— me pidió y yo gustoso de satisfacer su deseo comencé a tararearle aquella nana que había hecho para ella hace tantos años, mi primera composición, mi primera canción. Poco a poco se fue durmiendo entre mis brazos. Cogí la misma manta de antes y la eché por encima dispuesto a dormirme con la razón de mi vida en mis brazos.

La mañana me encontró profundamente dormido con mi amor en mis brazos. Unas cosquillitas que alguien me hacía en la nariz, me hicieron despertarme. Abrí los ojos y ahí estaba mi preciosa niña mirándome divertida.
Despierta ya dormilón, que hoy es mi cumpleaños, ¿dónde está mi regalo?
A ver si eres capaz de encontrarlo le reté. Y ni corta ni perezosa empezó a revolver todas mis cosas en busca del regalo, pero no lo encontraba y se estaba empezando a desesperar
Joo, no lo encuentro papi
Me levanté divertido, me puse un abrigo pues a pesar de estar a 3 de junio afuera hacía frío. Me dijo que ya era una niña mayor y que se había vestido sola. Bueno había que dar algunos retoques pero por algo se empieza. La llevé hasta el coche, levanté el capó y saqué un paquete enorme.
Espera antes de abrirlo tenemos que despertar a mami para que lo vea… —y nada más terminar de hablar salió disparada hacia la tienda, llamando a gritos a su madre quien se despertó sobresaltada.
Gaby, ¿cuántas veces te he dicho que?
Sí,  ya que no se despierta a la gente pegando vocesperdona mami pero es que estoy muy nerviosa. Mira me lo ha regalado papá ¿puedo abrirlo?,  dime que  sí, ¿por favor?
Adelantedijo Bella aguantándose la risa por  la impaciencia de la niña. Cogió el regalo de mis manos y sentándose en el suelo empezó a abrirlo. Bella y yo la ayudamos pues no le alcanzaban las manitas. Cuando lo abrió su boca se abrió con una enorme O. Se veía claramente que le había gustado, menos mal porque aunque lo había hecho con cariño tenía miedo de que no le gustara. Yo era muy bueno con el photoshop y le había hecho con el  ordenador un collage grandísimo con las portadas de todas las películas que le gustaban y veía una y otra vez. Estaban todas las princesas de Disney, Enredados, Kun _Fu Panda, Up, Planet 51…  la verdad que me había quedado muy bonito. Lo llevé a una imprenta para que me lo imprimiese en grande y se lo enmarqué. Me había pasado horas haciéndoselo en el ordenador pero tuve mi recompensa al ver como se tiraba a mis brazos.
Y este es el míodijo bella entregándole un paquete enorme. La niña lo abrió,   su boquita se abrió de nuevo en una enorme O, pues dentro había una colección completa de cuentos en los que se habían basado las películas que ella veía, así como un juego para la play3.
Después de darnos un montón de besos y abrazos por los regalos y de explicarle que luego en Forks tendría más, Bella salió a prepararle la  sorpresa que  le teníamos para el desayuno mientras yo me quedaba entreteniéndola.
Pues seguro que tita Alice y tita Rose me regalan ropa, siempre me la regalan. Tita Alice dice que si no fuera por ella iría desnuda y mami dice que ella a jamás me dejaría desnuda pero que con un cambio de ropa para cada día de la semana hay bastante no con un cambio para cada día del año —me eché de nuevo a reír con ganas, esta Alice era todo un caso, cada día que la conocía la iba apreciando más pero me alegraba de que Bella no fuese tan hiperactiva, caray,  pobre Jasper.
Chicos…— llamó Bella—ya podéis venir…—salimos de la tienda y Bella tenía  una enorme tarta de chocolate  en sus manos en la que había incrustadas  seis velitas. Nos sentamos los tres en el suelo y Gaby sopló las velas. Mi amor partió una porción de tarta a cada uno pero noté que ella no comía. En su lugar, se había sacado un trozo de otra más pequeña de ¿yema?
Amor,  ¿qué pasaporqué no?
Me pasó igual la otra vez, de repente aborrecí el chocolate y me empezaron a gustar cosas que nunca lo hicieron. Cosas de embarazadas —me dijo divertida. Y yo no pude aguantar y la besé, con delicadeza y ternura claro,  pues teníamos a Gaby en medio a quien por supuesto le di otro beso.
Cuando terminamos de desayunar, nos vestimos, cerramos  la tienda con unos potentes candados y nos fuimos a ver el parque, claro hasta donde dejaban visitarlo. Las montañas Olimpyc tenían una vasta extensión y en  las zonas más altas había osos a los  que era mejor no molestar. Estuvimos paseando un buen rato. Mi niña contemplaba maravillada todo e interactuaba con los animalitos más pequeños que salían a tu encuentro si te mantenías callado. El día fue maravilloso, regresamos a la hora de comer a nuestra tienda y Bella preparó la comida en el fuego que encendí para tal fin.
El resto del fin de semana fue maravilloso. Al regresar todo el mundo nos esperaban con una gran fiesta de cumpleaños montada para mi hija. La gran sorpresa fue que Marco, Didyme, Kate y Garrret habían venido exclusivamente para estar con mi niña cosa que le hizo mucha ilusión. Había de todo, globos de colores colgados de las paredes, payasos, castillos hinchables…, las cinco locas que habían quedado al mando hicieron un buen trabajo. Mi hija disfrutó como nunca junto a sus primos y amigos, pero antes de que empezara la fiesta, hizo algo que me hinchó el corazón de alegría,  me obligó a subir a su habitación para que le colgara su cuadro y todo el mundo pudiera verlo. Ni que decir tiene que a todos los niños les gustó, más a las niñas que a los niños, pero Peter y Toni me pidieron que les hiciera uno con piratas.
 La fiesta empezó y mi niña jugó,  bailó y cantó todas las canciones Disney que se  sabía y las que no se sabía también. Tal era el ambiente que los adultos nos sumamos a sus divertidos bailes. Mientras me movía al ritmo de la música del Rey León recordé como Bella tenía tanto miedo a bailar por temor a caer y resbalarse, sin embargo parecía que este día se le había quitado el miedo.
Todo volvía a estar de nuevo en el sitio correcto y yo no podía estar más feliz. Los fantasmas de Tanya y de Aro habían quedado enterrados en el pasado y ante nosotros se habría un futuro hermoso. Veía a mi familia contenta, eufóricami Bella me había dicho que era muy feliz conmigo, mi niña me admiraba hasta el punto de querer ser policía como yo, me quería hasta el punto   de preocuparse por si perdía mi cariño por culpa del bebé, claro que eso era algo en lo que tendría que trabajar y duro.  Me volvía a casar con el amor de mi vida, el  20 de junio, día de mi cumpleaños pues Bella lo quería así, decía que era su particular regalo a mi entrega total y absoluta hacia ellas. ¿Qué mejor regalo que ese?,  ¿qué más podía pedir? Nada, no quería nada más solo que esto siguiera así. Ya era hora de tener nuestro felices para siempre. que la vida no es un camino de rosas, pero junto a mi familia se me antojaba el mejor camino aunque estuviese lleno de espinas e infinidad de peligros.

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