domingo, 24 de julio de 2011

NUEVA FOTO DE FANFICTION HECHA POR SIL PARA MI


Gracias otra vez Sil.

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CAPITULO 3: JACKSONVILLE, SEGUNDA PARTE

DISCLAIMER:
Los personajes que aparecen no me pertenecen, pertenecen a la maravillosa Sm, yo solo he jugasdo con ellos para crear esta mi primera hsitoria, solo el personaje de Gaby es de mni invención. Hay un par de frases que también le tomé prestadas, las reconocereis en cuanto las leais.


Capitulo 3: Jacksonville, segunda parte


Mientras seguía dándole vueltas en mi cabeza a la posibilidad de  hablar con ella y contarle la verdad, una enfermera  se acercó a Bella para avisarle que a mi madre ya la habían trasladado.
Gracias Vanessa  –agradeció Bella a la enfermera con su habitual simpatía—.  Bueno, ¿hemos terminado todos…? –preguntó  dirigiéndose a los niños.
—, contestaron los tres a la vez.
¡Bravo!, pensé para mi, ahora no sólo teníamos dos hablando a la vez, ahora teníamos un terceto.
Estupendo pues nos vamos a ir a ver a la abuela. Os dejaré estar allí un ratito con ella y luego os iréis a la guardería del centroles ordenó Bella mirándolos seriamente.
Nodijo mi niña muy convencida.
—¿Cómo que no? —preguntó Bella totalmente confundida y mirando a la niña con ojos desafiantes.
Verás mami, es quete queríamos pedir permiso para que mi papá me lleve a presentarlo a mis amigos en vez de ir a la guardería  —le pidió mi hija con ojos suplicantes
Claro si…  estás de acuerdo Bellame apresuré a aclarar –, veras yo no quiero que tu
Está bien, Edward, es tu hija, no qué diablos está pasando aquí, ni qué es lo que me he perdidodijo mirándome confundida —, pero no puedo negarte el derecho a estar con tu hija. Sólo ten en cuenta que es muy traviesa y que te la hace por donde puede, sin pensar y sobre todo no avisa —aunque me dolió el tono frío que usó, me enterneció que me avisara de lo diablillo que era mi hija y sobretodo, que me concediera ese derecho que sin duda había perdido cuando las dejé
Ya le puse al corriente, Belladijo Rose  divertida.
Pues entonces sin problema  –concedió  no muy convencida — ¿Vamos a ver a mama? —nos preguntó a todos.
Voy con vosotros  —dijo Carlisle, abriendo el camino junto a Bella mientras los dos comentaban  sobre los resultados de esas pruebas que le había entregado a ellaEl resto sólo los seguíamos mientras yo me maravillaba al verla en su medio, tan profesional, tan seguray tristemente, tan lejana
Llegamos  a la habitación. Gabriela, se bajó enseguida de mis brazos  a los que se había vuelto a subir y junto a sus primos se dirigió a su abuela.
—¿Te duele mucho abu? —preguntaron los tres niños a la vez, y vuelta con el terceto.
—¿No, no mucho? Venid aquí y dadme un beso  —les contestó ella tan cariñosa como siempre.
Cuidado a ver como subís a la cama. ¿Qué tal mamá? —preguntó Bellaponiéndose en modo profesional y  revisando los tubos y aparatos que mi madre tenía enganchados. ¡Qué preciosa y maravillosa era! y ¡qué bien olía!, cuando pasó por mi lado su fragancia me embriagó. Hacia tanto tiempo que no la olíaY claro, como por arte de magia, mi cuerpo dormido y muerto hace cinco años, despertó de nuevo a la vida de la misma manera que lo había hecho cuando nos reencontramos en el pasillo.
Me duele muchose quejó mi madre de modo un poco teatral.
–Bueno es lógico pero ya te han puesto un calmante. Tienes que aguantar un poco hasta que te haga efecto  mamá.
—¿Cómo está la abuela más joven y guapa de todo el hospital?— preguntó Carlisle que, detrás de Bellaestaba leyendo el informe que había colgado de la cama.
Hola Carlisledijo Renée—, bien, me duele mucho pero bien.
Nos ha jorobado que te duele, te atropelló una bici y acabas de salir de quirófano, quieres más motivosle dijo divertido tratando de animarla.
No, creo que con eso es bastanteañadió Renée.
—Pues una vez que he comprobado que va todo bien, me voy,  que tengo trabajo que hacer. Sólo venía a saludarte y ver cómo iba todoya me paso en otro momento a ver como andas.
Gracias por todo Carlisle  –dijo mi madre.
Es un placercontestó  Carlisle despidiéndose con la mano.
—Yo también venia a saludarte Renée, y a ver como ibas pero el deber me llama y también tengo que irme  —dijo Alice dando un beso a mi madre y  mirando en el busca a ver quién la llamaba—, he de   visitar a mis pacientes.
Adiós hija, gracias a ti también.
En el preciso momento en que Alice salía por la puerta, entraba Charlie. Debía de haber mucha confianza con Alice porque Charlie le dio dos besos antes de entrar del todo y dirigirse a nosotros.
Hola a  todos, hola hijos. ¿Cómo estáis? –Saludó mi padredándonos unas palmadas en los hombros  —¿Todo bien? —preguntó mirándome a mí.
, todo bien papále contesté con una sonrisa para que dejara de preocuparse.
Antes de venir aquí me pase por comisaríanos informó.
—¿Qué dice la policía?preguntó Emmet adoptando también el modo profesional.
—El ciclista se dio a la fuga, por lo que están intentando localizarlo. Tranquilo que aquí la poli también sabe hacer muy bien su trabajodijo Charlie—, además, dos amigos de Bella se están encargando.
Vaya, esta chica tenía amigos por todas partes. De repente mi móvil sonó.
Dime Tanya, ¿qué quieres? —contesté poniendo cara de asco y saliendo hacia fuera, cara que Bella vio, sólo ella conocía mis expresiones tanto como yo las suyas, por  eso, aunque intente esconderlo, por su expresión que vio el gesto que hice.
Sólo quería saber que tal todo  –preguntó la bruja ¡Que hipocresía!
Bien Tanya, no te preocupes  –contesté con ironía.
—¿Cuándo vas a regresar? —preguntó dejando ver ya su verdadera cara.
 —Exactamente cuando me oigas volver  —contesté con un sarcasmo que    no pude evitar.
Ten cuidado Edward, mucho cuidadoadvirtió de manera amenazadora—,  hay cosas que pasan, que se podrían haber evitado.
Siempre lo tengo, adiósy le colgué. ¿Qué demonios habría querido decir? ¿Sería una nueva amenaza? Pues  fuera lo que fuera, esta vez no me iba a amilanar. Ya me había sometido bastante a los caprichos de esa zorra. Ver de nuevo a Bella y ver por todo lo que habían pasado ella y mi niña, me había dado nuevos ánimos y estaba más que dispuesto a luchar.
Cuando me volví todo el mundo me estaba observando, pero lo que más me impactó fue la cara de estupefacción de Bella. Nos quedamos mirando durante unos segundos de nuevo. Ella y yo siempre habíamos sabido hablarnos con la mirada y ahora, por mucho que quisiera evitarlocon esa mirada le decía todo, le decía que la quería, le pedía perdónElla me miraba incrédula, preguntándome  qué demonios pasaba, no entendiendo nada como  si estuviera en shock, pero había en sus ojos  ¿Amor?
—¿Se puede? —preguntó alguien desde fuera.
Jazzy dijo  Bella  claramente aliviada por la interrupción—, claro pasa, Alice acaba de irse.
—¿Cómo estás René? —le preguntó un muchacho rubio y de ojos azules, vestido con la ropa que llevaban los médicos que iban en las ambulancias y dándole también un beso en la mejilla. Entraba por la puerta seguido de otro de piel cobriza y el pelo largo recogido en una coleta. ¡Por Dios! ese chico parecía un armario de tres puertas, era enorme.
Bueno, bien dentro de lo que cabecontestó mi madre haciendo una mueca de dolor.
A ver si procuramos no ir atropellando  bicicletas por ahí, que no tenemos edad para esas cosasbromeó el muchacho de pelo cobrizo, dándole un beso en la mejilla a  mi madre y otro a ¿Mi Bella? ¿Quién era ese tío? ¡Qué besucones eran todos en este hospital!
Edward, Emmet, él es Jacob, el agente encargado del casodijo mi padre contestando a mi pregunta mental.
Mucho gustosaludé con cara de odio y apretándole la mano más de lo normal, mientras Bella me miraba estupefacta de nuevo.
Mucho gustodijo el chico manteniendo una mirada burlona—, Edward ¿Verdad?
El mismocontesté desafiante.
Entonces, ¿ serás Emmett? —preguntó volviéndose hacia mi hermano.
  —contestó Emmett, estrechándole la mano con una mirada igual de amenazadora que la mía.
Y este es Jaspernos dijo Bella—, el marido de Alice y gran amigo mío al igual que Jake  — ¿Jake?   Qué confianza ¿no?
Encantadodijimos los tres a la vez. Este Jasper me caía mejor que el otro.
Excelente trabajo el de ayer Belladijo Jasper—, me tienes impresionado, ojala que aceptases eso
Y vuelta de nuevo, pero mira que sois pesadosdijo ella con tono cansino.
Es que tienen razónañadió esta vez  Jacob.
—¿No me digas? –contestó Bella mirándole desafiante—.  ¿Y que ibas a hacer tu aquí, si nosotros nos vamos?,  porque te recuerdo que Vanessa también se vendría. ¿Y con quién te ibas a meter? Dudo que haya en la tierra otra mujer  más patosa que yo para que sea mi sustituta como objeto de tus burlasdijo apuntándole con el dedo en el pecho ¡Que confianzas! De pronto sentía como me hervía la sangre en las venas.
— ¿Es que allí no hay policía? —dijo él tan tranquilamente. Su pregunta me sorprendió, si eso de lo que hablaban era de lo que yo pensaban que hablaban… ¡Dios! Que no esté pensando este  en venirse también. A estas alturas, me clavaba las uñas de tanto apretar los puños
Anda, si no me había dado cuentadijo mi Bella poniendo cara de perplejidad—,  pero tienes el rango de detectivedijo triunfante.
—¿Y qué? —contestó el hombretón ese con cara de chucho, poniéndole a Bella una carita que a no me gustaba ni pizca. Parecía que estaba pidiendo que le sacaran a pasear.
No puedo con vosotros, de verdad que no puedose quejó Bella, rodando los ojos con resignación.
Ves Bella, si todos estamos de acuerdo  —dijo Rose dando ¿Saltitos? Me parece a que el carácter de  Alice  era contagioso.
Bueno, a lo que veníadijo de pronto Jacob—, aparte de verte a ti claro estáañadió rápidamente al ver la mirada de mi madre—, hemos estado investigando y por la descripción que nos han dado, creo que tenemos localizado al ciclista. Por lo visto, es un chaval joven asiduo de la zona caliente. Supongo que estará unos días sin aparecer por allí, pero estamos preguntando a todo el mundo a ver si saben su paradero, y además es cuestión de tiempo que sufra el mono. Intentamos averiguar a ver si tiene algún tipo de relación con… —noté que dejó  adrede la frase sin terminar ¿A qué se refería?, ¿Q  estaba ocultando? O más bien estaban,  porque mis padres, Rose y Bella se miraron entre ellos y luego miraron a Jacob.
Pues a ver si lo cogéis pronto, que yo todavía estoy temblando  —dijo Rose intentando disimular al notar que me había dado cuenta.
Por cierto Bells, y otra cosa dijo Jacob cambiando abruptamente de tema —, en fin, que esto es muy duro de asumir para una conductora tan buena como …, pero esta mañana nos llego esto a comisaria.
— ¿Y esto que cuernos es?—preguntó mi Bella mirándolo desafiante.
Bueno a ver, si no me equivoco aquí ponemultadijo Jacob con tono jocoso.
—¿Una multa a mí?¿cuándo? —inquirió Bella sorprendida.
—Ay Bella recuerda —intervino Jasperel día que  llamó la profesora de Gaby por teléfono diciendo que se había caído del columpio, corrías tanto que hasta pensé en llamar a otra ambulancia de refuerzo. Estabas asustada  y llegó un momento en que te vi estrellada contra un árbol. No te lo quise decir, pero vamos que adelantaste a la ambulancia.
— ¿Tanto corrí? —preguntó Bella incrédula.
Volabas, cielo, volabas  –contestó Jacob poniéndome de mal humor, ¿quién se habría creído que era para llamarla cielo?– claro según dice aquí el papelitodijo blandiendo la multa entre sus manos—. Aquí está la prueba.
Yo estaba perplejo, ¿Bella corriendo?, no podía ser, si odiaba la velocidad y siempre me  regañaba por lo mismo. Pero ese Jasper decía que  le había llamado la profesora de Gabrielaes comprensibleque susto se daría. Espero que no le pasase nada, tendría que ver la forma de preguntarlo, pero bueno,  si hubiera sido grave me habría enterado. Pero, ahora que lo pienso, ¿a quién se le había ocurrido llamar Gaby a mi hija?
—¿Bella corriendo?— interrogó  mi padre preguntándose lo mismo que yo—, no puedo creerlo.
—Es que… verás papá, en la  fiesta de fin de curso, tu muy traviesa nieta, no se cayó, literalmente se tiró de un columpio, se quedó  sin conocimiento y la profesora me llamó. Creo que es comprensible el susto, ¿no?—dijo Bella mirando amenazadoramente a mi hija, la cual estaba sentada muy quieta al lado de mis sobrinos, como si no hubiera roto un plato en su vida.
Por supuesto hijadijo Charlie dándole totalmente la razón. Y porque no estaba yo, que si llego a estar y con lo sobreprotector que reconozco que soy
El problema es que yo la estaba esperando con la ambulancia y de los nervios ni me vio, me apartó de un empujón y se marchó al coche, lo que no es como no explotó el motor  – volvió a decir Jasper en plan sarcástico.
Desde luego vaya familia, una doctora suicida y una madre que atropella bicicletasapostilló Jacob divertido.
—¡Basta de cachondeo Jacob Black!dijo mi Bella alzando la voz— .Como no pares ahora mismo, te juro queUfffTrae que ya te la pago,  voy a por dinero.
No, esta corre de mi cuenta, llamémoslo un pago a cierto favor que me hiciste el otro día, al salvarme de la loba esa,  antes de que la viera  Nessiecontestó Jacob.
—¿Nessie?, ¿le has puesto a Vanessa el apodo del  monstruo del lago Ness?, ¿lo sabe ella?—preguntó Bella escandalizada.
Mira por donde me acabo de enterar quien le puso ese nombre a mi hija. Bueno, por lo menostenía una especie de novia, la verdad es que este Jacob debía ser todo un personaje.
—Esto yo…ya sabes que los nombres largos se me dan malse defendió Jacob.
Pero Jacob, Vanessa no es un nombre largo ¡por dios! —dijo Bella rodando los ojos, lo que me hizo reír al verla, cuanto amaba sus expresiones
Déjalo, Bella, déjalodijo Jasper dándole una palmada en la espalda—, es Jacob.
En un momento los buscas y los móviles tanto de Bella como de Jasper se pusieron a sonar como locos.
—¡Vaya!—dijo Bella—, parece que tenemos un poco de acción. Yo me marcho que tengo que trabajar. Vosotros tres, estar aquí un rato más y luego os podéis marchar con Edward. Y quiero que os portéis  bien  —les ordenó—. Tráelos a la hora de comer por favor  –dijo mirándome a sin ninguna expresión en la cara. Pero sólo el hecho de que me hablara, ya me excitaba.
Vale, valedijeron los tres a la vezY vuelta con el terceto.
Yo también me marchodijo Jasper… —, el aviso también iba conmigo.
Pues yo voy a ver si sigo pillando malos por ahí —dijo Jacob  –cuando sepa algo más os cuento. Hasta luego Bells   —¿Bells? Pues que confianzas pensé para Luego nos vemosse despidió Jacob
—¡Madre mía!–dijo Emmet una vez  que nos quedamos solos–, menuda habitación y toda para ti solita. Como se nota que tienes enchufe mami. Los demás compartiendo habitación  con otros dos o tres y aquí como una reinadijo con su habitual jocosidad—.  Rose cariño, que eso duelese quejó cuando mi cuñada le dio un coscorrón. Mis sobrinos estaban más que acostumbrados a ese intercambio entre ellos pero Gabriela los miraba divertida.
No seas tonto hijodijo mi madre rodando los ojos—, porque Bella trabaje aquí no tiene ningún privilegio, esta habitación me la está pagando ella solita. Yo le he dicho que no hacía falta, pero ya sabéis como es. Dijo que así estaríamos más cómodos tanto  yo, como él que se quedara a dormir conmigo. Por lo visto aquel sillón de ahí se estira y se hace cama—a mis sobrinos les llamó  la atención  el que un sillón se hiciera cama y se  fueron hacia esa esquina, concediéndome la privacidad que estaba buscando
A ver  —pregunté—. ¿Qué era eso que Bella tiene que aceptar o según el duende hiperactivo ese que acaba de salir por la puerta?  ¿Eso qué Bella, contraria a la opinión de todos, no quiere aceptar?
Bueno cariñodijo Rose mirándome de forma enigmática—, está bien claro, la plaza en Forks.
Pero, pero, tiene que aceptarladijo Emmet alterado —, tiene que volver, ahora que puede…, Tanya y Aro ya no pueden impedírselo. Ahora que ese tal Marco juega en su bando.
La verdaddijo Rosees que ayer me dejó impresionada, que capacidad de reacción, estaba hecha polvo y preocupadísima por  vuestra madre, de repente llegó el aviso del accidente y en seguida se transformóCarlisle la había dejado a ella en su lugar, mientras operaba a Renée y no lo dudó ni un segundo. Vuestro padre y yo que estábamos en la sala de descanso de los médicos, no lo podíamos creer.
Y por lo visto no es la primera vez que actúa asíterció mi madre—,  ha cogido cierta fama y por eso Carlisle le ha ofrecido ese puesto con el consentimiento de sus superiores, claro está. Carlisle no sólo es el padre de su amiga, es como si fuera un segundo padre para ella. Él fue el que la promocionó para ocupar su puesto actual y siempre ha dicho que no entiende porque no se le concedió la plaza en Forks desde un principio.
—Está claro que se la ha ganado por sus méritos,  así que tiene que volver quiera o nodijo Rose resueltamente.
—¿Por qué no quiere volver? —pregunté con miedo de escuchar una respuesta que yo ya sabía.
Edward, ¿Y tú lo preguntas? —dijo mi madre de nuevo.
—¿Es por , verdad?—respondí más que pregunté, no queriendo oír lo que estaba seguro que tendría que oír.
, cuñadodijo Rose—,  , es por ti. ¿Cuántas veces tengo que decirte que todavía te quiere? Ella no quiere regresar porque simplemente no puede soportar el verte todos los días del brazo de la rubia oxigenada  que tengo por hermanastra. No olvides que  cree que estás enamoradísimo de ella.
—Pues creo que quedó bien claro lo que siento por el modo en que le hablé antes por teléfono, todos me mirabais.
, se dio cuenta y debe tener trabajo porque si no ya me habría llamado a preguntarmeY cuando me pregunte, ¿q la digo, Edward? ¿La verdad? Creo que esa te corresponde a ti.
 —¿Y si al saber la verdad, decide no volver?  –pregunté expresando mi miedo en voz alta. Aunque yo ya había tomado mi decisión, Bella volvería a Forks y a mi vida costase lo que costase. Pero había muchas cosas en juego y aun no quería reconocerlo ante los demás. El problema más importante es cómo me sentía yo por dentro de sucio y miserable. Pero tenía la seguridad de que ese sentimiento de suciedad y asco solo podría borrarlo una persona ¿Estaría dispuesta a hacerlo, o me rechazaría cerrando definitivamente la puerta para siempre? Era ese miedo lo que me impedía tirar para adelante.
Por otro lado tenía  pavor de que  ese supuesto topo, nos viera juntos o hablando, le  fuera con el cuento a Tanya y les pasara algo cuando yo no estuviera aquí para protegerlas. Pero una vez en Forks, pasase lo que pasase, no me iba a amedrentarallí no les quitaría ojo de encima.
 De repente, el móvil de Rose sonó, haciéndonos a todos pegar un respingo. Mis sobrinos le habían colocado una canción de alguna película que a ellos les gustaba bastante estridente para un hospital.
Digacontesto Rosalie—, vale, pues luego me paso por allí. ¿A la hora de comer? ¿Qué hasta  entonces no estáis libres? Vale.
 —Era Aliceaclaró RoseBella esta mosqueada y no me extraña, con las miraditas   que le has echado, cualquiera se mosquearía. Sólo te ha faltado echar a tu madre de la cama y tumbarte ahí con ella dándonos un espectáculo porno, gratuitamente. O mira mejor, échanos a todos de aquí, extiende el sillón y ya sabes
Rosedijo mi madre mirando a los niños. Pero estos estaban muy tranquilos jugando con los famosos coches de Peter.
Que graciosa eres Rosedije con sarcasmo.
, soy muy graciosadijo Rosalie enfadada—, pero ¿qué le digo esta vez Edward? ¿Le vuelvo a contestar con evasivas como siempre o le digo la verdad?
Si hay que decirle la verdad se la tendría que decir yo, ya está bien de escondermecontesté ante la mirada atónita de mi cuñada—, pero no es tan sencillo Rose. Vale hablamos, le digo la verdad, me perdona o no, nos reconciliamos o no. Además del miedo que tengo a su rechazo, me aterra ese topo. Si es verdad que el tal James es un topo de Tanya, estará vigilando y sabrá si hablo con ella, si estoy con ella, y no tardará en irle con el cuento. Mientras estemos aquí yo la protegeré con mi vida si es necesario y supongo que tú, Emmett, tambiénañadí viendo como mi hermano asentía con la cabeza—,  pero tarde o temprano tendremos que volver a Forks. ¿Qué pasará entonces Rose? ¿Quién la protegerá?
Ya te lo he dicho muchas veces Edward, no es una niña, ya veremos la forma de arreglarlodijo Emmet.
Tiene a Jasper, Jacob, Sam…veamos, ¿me dejo alguno? intervino esta vez  Charlie
Si claro,  todos haciendo cola a ver quién gana, ¿no? Como yo ya metí la pata. ¿Y quién es ese Sam?, ¿es nuevo? –dije muriendo por dentro de celos pero en cierto modo aliviado de que tuviera algo de protección.
Sam es otro de los policías y marido de la niñera de Gabyme aclaró Charlie.
Edward, ellos sólo la  ven  como una amiga, ella lo deja bien clarome dijo Rose.
De pronto pareció  que el silencio se hubiera instalado en la habitación. Mi cabeza no hacía más que darle vueltas al hecho de que quizás no me perdonase, pero sabía que había llegado el momento de enfrentarme a la verdadEn ese momento miré a Rose, que me devolvió la mirada desafianteNo porqué pero tenía la impresión de que esto era una especie de encerrona.
Está claro que de buenas a primeras no te va a perdonarcontestó mi cuñada a esos temores mentales que me torturaban. A veces me daba la impresión de que  era  capaz de leerme la mentepero al final  lo hará, eso tenlo por seguroporque todavía te quiere, tarde o temprano lo hará. Pero tendrás que ganártelo.
Además hijo, gracias a Marco y al FBI, cada vez está más cercano ese momento en que puedas mandar a paseo a Tanya ¿Qué vas a hacer entonces? ¿Seguirte acobardando esconderte, dejar que se quede aquí  mientras te rebozas en la mierda en Forks? Conozco a mi hija Edward, no te perdonará de inmediato pero lo hará, estoy seguro de ello, te quiere añadió  Charlie dejándome sorprendido por el discurso tan largo que había pronunciado, por lo general era hombre de muy pocas palabras.
Hijoella no volverá,  a no ser que hagas algoañadió mi madre—.  Me lo dijo el otro día, te iba a llamar por teléfono  cuando me atropelló la bici.
—¿Qué te dijo? –pregunté intrigado.
Que por mucho que se empeñaran Alice, Jacob, Jasper y hasta el mismísimo Carlisle en que volviera, no pensaba hacerlo, porque no podía soportar verte con otra mujer y mucho menos con Tanya.
  —Te duele mucho abupreguntó otra vez mi hija rompiendo el hilo de   la conversación. No me había dado ni cuenta cuando se habían acercado de nuevo.
No hija, no demasiado, no te preocupesle contestó para tranquilizarla,  regalándole una sonrisa.
A me dolía cuando me rompí mi brazovolvió a decir. Menudo elemento debía estar hecho.
Pero yo soy abuela y a las abuelas no nos duele.
Entonces, ¿cuándo yo sea abuela?…
Y tu señoritapreguntó Emmet—, ¿cómo es que te rompiste el brazo?, ¿qué hacías?, o ¿acaso eres como tu madre un poco patosa?
—Es que yoveras, iba con la bici y esa farola se me puso en medio.
—¿Se te puso en medio? —dijo René alzando una ceja.
—Esto yo… —dijo mirando a mi madre sin saber que decirVamos, esta niña debía ser de cuidado.
Tiene razónla defendió Peter con su habitual seriedad—, siempre ponen las farolas donde los niños tenemos que jugary así empezó una divertida discusión entre niños y mayores sobre las farolas que se ponían en medio para jorobar a los niños.
Mientras niños y adultos discutían, yo aclaraba ideas en mi cabeza. Cuando Renée considero que los niños  llevaban demasiado tiempo en la habitaciónya había tomado mi decisión definitiva e irrevocable.
Chicosles dije—, ¿q os parece si vamos a conocer a los amigos de Gabriela?
— ¡Biennnnnnnnnnnnnnn! — exclamaron  los tres a la vez con entusiasmo
Upss perdón, se nos olvida que no podemos chillar aquí, menos mal que no está mamidijo Gabriela poniendo una carita de inocente tal que parecía un ángel pero echado del cielo a escobazo limpio.
—Venga, ¡vámonos! —dije partiéndome de la risa.
Con eso no se puede jugar  —decía mi hija muy seria—, porque si jugamos y lo rompemos, abu  se queda sin sus medicinas para que no le duela.
Andadijo Tony, todo pensativo —, ¿eso sirve para tomar medicinas?
Sipcontestó igual de seria  mientras salía por la puerta.
Cuando estén los tres juntos en Forks, vamos a tener que andar con mil ojos con ellosles dije.
Todos, se me quedaron mirando como si no me hubieran visto en años.
—¡Vaya, por fin entraste en razón! —dijo Emmet con una radiante sonrisa.
, voy a hablar con Bella, le diré la verdad y entre todos decidiremos cómo hacer para que este protegida, lo haré, por elladije señalando a mi hija —,  por mi Bella, por las dos, haré lo que sea para que vuelvaSólo espero que sepa perdonarme.











































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