DISCLAIMER: Ninguno de los personajes
que aparecen en este fic me pertenecen son propiedad exclusiva de S. Meyer
CAPÍTULO 18: Jaque a la Reina.
Edward Pov.
—Está bien, iré al grano ¡que impaciente!, solo llamaba para
decirte que yo sé quién está amenazando a Bella. Y quién puede estar detrás de
los intentos de secuestro y del tiroteo. No, no te sorprendas, ya sabrás porque
conozco tantos detalles. O por lo menos creo saberlo. ¿Podemos vernos en algún
sitio?, sé que ahora vives en Madrid y yo voy a estar aquí unos días más.
Nada más escuchar estas palabras miré a Bella levantando una
ceja interrogativamente. A pesar de que me moría por escuchar lo que Chelsea
tuviera que decir, no iba a arriesgar mi relación ni exponerme a una discusión.
Pero como siempre Bella me sorprendió agradablemente.
—Chelsea –le dijo con una actitud clara y decidida. Estoy
deseando oír lo que tengas que decir sobre un tema que nos afecta a los dos,
pero sobre todo a mí directamente. Pero…esto no te ofendas…comprenderás que no
me fio de ti y no voy a dejar ir a Edward solo así que… o quedamos los tres o
nos dices lo que sea por teléfono. De nada te va a valer colgar y hacer como si
no pasase nada porque estamos grabando la conversación –sí señor digna hermana
de Emmett y digna hija de Charlie—. No es algo personal –prosiguió—, pero…no
podemos fiarnos de nada ni de nadie y en concreto de una mujer que en su día
pretendió tener… algo con el que ahora es mi prometido —miré a Bella con gesto
apreciativo. Desde luego no podía estar más conforme con ella, si teníamos que
ir a ver a Chelsea lo haríamos juntos. Con su actitud, Bella me confirmaba una
vez más que ella era la mujer perfecta para mí, y no podía dejar de admirar su
arrojo y decisión. En ese momento la amé todavía un poco más de lo que ya lo
hacía. Y cierta zona de mi cuerpo que estaba a la espera y frustrada por la
interrupción de antes se irguió de nuevo esperanzada dispuesta a dar su
opinión, ¡ay Dios! ¿podría yo amar más a esta mujer? Vamos a ver Cullen, amala todo lo que te dé la gana pero piensa en otra
cosa que ahora no es momento, tal vez dentro de diez minutos si lo sea, pero
ahora no, así que céntrate hijo céntrate, ¿cuántas veces tendré que
repetírtelo?
—Bella si conoces bien a Edward y no tengo motivos para
pensar que no lo hagas, sabrás que cuando a él no le interesa algo o alguien se
evade y eso es exactamente lo que hizo cuando me lo encontré hace año y medio.
Si hubiera estado prestando atención a mi conversación con Esme, sabría que
estoy felizmente casada con un hombre genial y no tengo ninguna intención
insana hacia él y mucho menos pretendo destruir vuestra relación, solo quiero
ayudar.
—¿Y a que se debe tu actitud Chelsea?, ¿ganas algo con esto?
–volvió a preguntar mi Bella –sí señor pregunta correcta digna de una gran
periodista de investigación, justo lo que yo estaba pensando, mi anatomía en su
parte más inferior me dio la razón, Cullen
por Dios.
—Bella no creo que tu sepas lo que es crecer en una familia
perfecta, al lado de la mujer perfecta, perdona Edward por el juego de
palabras, y sentirme en todo momento como la ultima porquería de la última
esquina de la calle más mugrienta –vaya ahora iba a resultar que hasta las
mierdas tenían estatus social. Cullen
hijo que bobadas se te ocurren, céntrate —. No sabes lo que es que te estén
comparando a toda hora y en todo momento con tu maravillosa y perfecta prima,
es…frustrante, humillante, sobre todo si hasta tus propios padres lo hacen. Esa
actitud desafiante y resuelta que tenia ante la vida cuando Edward me conoció,
no era más que una fachada pues siempre me he sentido rechazada, inferior, poco
valorada. Cuando Edward me rechazó he de decir que mi ego se resintió y mucho
pero en seguida comprendí que no le amaba y lo único que quería era desafiar a
mi familia y a Tanya. Cuando asumí que todo lo que podría obtener de Edward era
su amistad fui a por ella sintiéndome por primera vez parte de algo y orgullosa
a la vez porque en cierto modo había vencido a mi prima consiguiendo al menos
la amistad de quien ella pretendía que fuera su prometido y que ni siquiera
podía ni verla. Pero mi conciencia y mi ética me obligaban a decir la verdad,
mi única intención, en un principio, de acercarme a ellos era por rebelión
hacia mi familia, por fastidiar a mi prima, por conseguir lo que ella…no pudo.
Ellos se sintieron ofendidos, era lógico, me separaron del grupo y me sentí
todavía peor de lo que ya estaba. Por mi culpa había perdido una oportunidad de
ser feliz, formar parte de algo y odié todavía más a mi prima y a mi familia.
Cuando conocí a mi marido fue cuando logré superar mi complejo de inferioridad,
el me ha enseñado a valorarme y a quererme a mí misma, a ser feliz como soy.
Ahora vivo en Canarias alejada de mi familia, pero…sigo manteniendo contacto
y…al enterarme de lo que estaba sucediendo de refilón…siento que le debo a
Edward una compensación por haberle mentido, a él y a los demás. Solo quiero
ayudar Bella.
—¿Solo eso?, ¿no hay nada más? –le pregunté todavía receloso
de ella.
—Bueno…no negaré que será para mí un placer enfrentarme y
vencer a mi perfecta familia y sobre todo a la bruja de mi prima. Dicen que la
venganza se sirve en plato frio.
—Chelsea –le dije –vamos a acudir a la cita y escuchar lo
que nos tengas que decir. Pero comprenderás que no nos fiemos…aun… por lo tanto
llevaremos una grabadora para que quede constancia de la conversación, así que
mi pregunta es, ¿estarías dispuesta a repetir lo que tengas que decirnos ante
la policía y ante un juez?
—Sí, lo estaría, de hecho al llamarte he asumido
inmediatamente esa posibilidad. Entiendo tu postura Edward ¿os parece que
quedemos en la plaza de Callao?, dicen que han abierto una heladería y ya sabes
cómo me pirro yo por los helados.
—¿Te vendría bien a eso de las seis de la tarde mañana?, no
salimos de trabajar hasta las cinco.
—Me parece una hora perfecta.
—Pues allí estaremos y…Chelsea…
—Sí…
—Solo quiero que sepas que llevamos guardaespaldas a todas
horas y a todas partes…compréndelo…lo digo por…sí las moscas…ya sabes…
—No hay problema…no oculto nada ni voy a intentar haceros
nada sólo avisaros de que también tengo gente que me sigue, por razones muy
distintas a las vuestras que aun no tengo muy claras, pero ya os lo explicaré
mañana.
Y con esto terminamos la conversación. Cuando di al botón de
colgar Bella y yo nos quedamos mirando durante unos instantes sin saber que
decir o que opinar sobre lo que acababa de suceder en esa habitación.
—¿Te fías de ella?
—No lo sé. Tiene razón al decir que cuando nos encontramos
en aquel congreso no le hice ni caso, simplemente me fui pero…voy a llamar a mi
abuelo y a Laurent para contarles las novedades y después llamaré a Esme.
La conversación con mi abuelo fue como siempre, fría y
concisa, yendo al grano en todo momento. Nos dijo que consultáramos a Laurent
si esa grabación seria legal en caso de tener que utilizarla porque él no
estaba seguro y nos hizo prometer que le llamaríamos en seguida con lo que
fuera que tuviera que decirnos esa mujer. Laurent nos dijo que si la grabación
era consentida por parte de la persona a quien estábamos grabando y si además
había accedido a declarar ante la policía, no habría ningún problema puesto que
ella misma corroboraría lo que en esa cinta se dijera. Al igual que mi abuelo
nos pidió que le enviáramos una copia inmediata de la grabación. Luego llamé a
Esme
—Ella dice la verdad Edward, si no te hubieras escaqueado
por ahí dejándome a mí con el marrón te habrías enterado que vive en las Islas
Canarias, que tiene un marido periodista como ella, que es muy feliz y están
intentando tener un hijo. No me pareció mala persona para ser familia de quien
es, un poco aduladora y melosa eso sí, pero buena persona, de todos modos no os
fieis id con mucho cuidado.
—Laurent ya me ha dicho que aun no tienen nada nuevo sobre
los últimos mensajes y que ninguno de los principales sospechosos da señales de
ser culpable.
—Así es –confirmó mi madre con expresión frustrada –pero
todo es cuestión de tiempo hijo, tened paciencia.
—¿Le dices tú a mi padre que he llamado?, aquí ya es un poco
tarde y…—le dije pensando en terminar lo que habíamos empezado antes de la
interrupción ya que mi erección me lo estaba pidiendo a gritos y la postura que
tenia Bella, tumbada sobre mi regazo, acariciándome distraídamente y rozándome
salva sea el sitio no ayudaba en nada.
—Estoy aquí hijo, me doy por enterado –dijo mi padre al otro
lado de la línea –esto…verás…estaba en el despacho de tu madre charlando y…
Mi padre y mi madre juntos en un despacho y solos…ummm…gran
noticia.
—Me alegro de oír eso papá —le dije todo complacido.
—Y nosotros celebramos que lo hagas.
Colgué el teléfono y sin más dilación me lancé sobre Bella
como un drogadicto se lanza a su dosis diaria de cocaína. Bella no había dejado
de moverse en todo el tiempo, no sé si lo hacía inconscientemente o aposta pero
mi enorme, necesitada y pobre protuberancia no entendía esa diferencia.
Nos perdimos durante horas uno en el cuerpo del otro,
amándonos como si fuera la última vez que pudiéramos hacerlo. Entregando todo
en cada gesto, en cada caricia y recibiendo del otro exactamente lo mismo. Una
vez saciados y satisfechos nos quedamos dormidos. A mí me costó un poco más que
a Bella ya que no me podía quitar de la cabeza a esa mujer. En la facultad y
salvando el hecho de que nos había engañado miserablemente nunca hizo o dijo
algo que nos hiciera sospechar nada extraño de ella y mi madre, que si en algo
se caracterizaba era por saber calar a las personas, me había dicho que era una
buena persona. ¿Qué nos tendría que decir?, ¿ayudaría a desentrañar este
misterio cada vez mas enrevesado?
El molesto pitido del despertador me sacó de un inquietante
sueño en donde mi Bella no estaba, yo la buscaba y la buscaba, la llamaba y
llamaba y ella no aparecía así que por una sola vez en la vida y sin que sirva
de precedente agradecí ese familiar sonido que me permitió despertar y
comprobar que Bella esta todavía felizmente durmiendo a mi lado. Pero eso no
impidió que el terror de la pesadilla se reflejara en mi rápida respiración
despertando a mi novia.
—Edward ¿te pasa algo?
—Umm no es nada amor, nada que no puedas arreglar con un
besito de buenos días —le dije cerniéndome sobre ella y atacando su boca sin
piedad.
—Me encanta despertar a tu lado, especialmente cuando te
despiertas tan…dispuesto –me dijo una vez que hubimos roto el beso pasando su
mano por mi protuberancia que, tal y como ella había señalado, estaba ya más
que dispuesta a estas horas de la mañana. Metió la mano por debajo de mi
pantalón del pijama y empezó a dar suaves caricias en mi glande, haciendo
círculos con su dedo. En un movimiento inesperado me tumbo encima de la cama y
sustituyo su dedo por su boca dando suaves besos ya no solo en el glande sino
por toda mi extensión. Con la otra mano agarró mis testículos y empezó a
acariciarlos aprisionándolos de una forma que me estaba volviendo loco. Su
lengua seguía haciendo su trabajo en mi pene a las mil maravillas y ahora su
boca lo engullía totalmente llegando casi hasta su garganta. El placer era
irresistible, su lengua fue sustituida por sus dientes que pasaban
mordisqueando suavemente de arriba abajo aprisionándola a su paso entre sus
labios, exprimiéndola y sin pensarlo tome su cabeza entre mis manos y empecé a
empujarme y moverme. Cuando notó que estaba casi a punto de correrme me liberó
dejándome desolado y subió de nuevo por todo mi cuerpo dando besos allá por
donde pasaba hasta llegar a mi boca la cual tomó y pude degustar mi sabor
mezclado con el suyo y era una mezcla tan erótica que con solo saborearla sentí
que mi clímax se acercaba. Bella, dándose cuenta de ello, se puso encima de mí
y me montó cabalgándome como solo ella sabe hacerlo logrando que los dos
alcanzáramos juntos el paraíso.
Después de darnos un largo baño durante el cual los dos nos
lavamos el uno al otro convirtiendo esa cotidiana actividad en algo
verdaderamente erótico, nos vestimos bajamos a desayunar y le contamos a Emmett
las últimas novedades.
—Ummmm…a estas alturas de la historia no me fio ni de mi
sombra. Habrá que alertar a los guardaespaldas y por supuesto llevareis una
grabadora creo que tengo una aquí en casa. Y sobre todo tened mucho cuidado, al
primer síntoma de peligro salid cagando leches de ahí. Me gustaría acompañaros
pero me temo que podemos contribuir a asustarla.
Con la grabadora en la mano, los móviles listos por si acaso
y los guardaespaldas avisados salimos de casa aquella mañana con la
incertidumbre de no saber que nos deparaba aquel día. El trabajo se nos hizo
largo, tedioso e insoportable y eso que los dos estábamos haciendo algo que
verdaderamente nos gustaba y nos llenaba pero no podíamos concentrarnos. Por la
ventana de mi despacho estuve observando a Victoria que muy disimuladamente y
creyendo que nadie la veía miraba de vez en cuando hacia Bella con una
expresión altamente indescifrable. Definitivamente esa mujer tenía algo que ver
con el asunto y me hice una nota mental de hablar con Emmett, mi abuelo, Laurent
y las respectivas policías. Por fin el reloj marcó las cinco de la tarde, hora
de irnos.
Decidimos ir en el autobús y dejar el coche aparcado allí ya
que encontrar un aparcamiento en el centro de Madrid era misión imposible y no
podíamos fiarnos de que los parkings no estuvieran ocupados. La plaza de Callao
y la Gran Vía siempre eran un hervidero de gente que iba y venía de compras o
de los muchos restaurantes, teatros y cines que había por la zona.
Cuando llegó el autobús respiré mentalmente preparándome una
vez más para lidiar con la torpeza de Bella, mi erección empezó a prestar
atención dispuesta a echar una mano si llegaba el caso y mis pantalones
empezaron a notarse un poco más estrechos. Sujetando a Bella con una mano para
que no se cayera y haciendo malabarismos con la otra conseguí picar el ticket
para poder acceder al vehículo y comencé a marchar a través de un autobús que
ya se había puesto en movimiento luchando contra el traqueteo, la falta de
equilibrio de mi novia y….mi erección ya que el culo de Bella cada vez que se
echaba para atrás para mantener el equilibrio en medio de las paradas que hacia
el autobús para coger gente, o simplemente para apoyarse en mí, me rozaba de
tal forma que…ufff ¡mis pantalones por Dios! Lo cierto es que por mucho que me
quejara los viajes en el autobús y el metro se habían convertido en mis
momentos favoritos desde… aquella primera vez.
—Lo siento…disculpe –oí de repente que decía Bella sacándome
de mi perversión mental.
—Disculpada pero...a ver si tiene cuidado en donde se agarra
señorita…me ha hecho usted daño…
—Perdone otra vez –a ver
si tiene cuidado donde se agarra, repetí mentalmente. ¿Dónde se había
agarrado mi Bella?, a ver por favor que solo yo tengo el privilegio de que mi
Bella se agarre a …digamos ciertas zonas sensibles, ¿cómo se atreve este hombre
a …?, por el rabillo del ojo vi como el buen hombre se sobaba el brazo en donde
le estaba saliendo una rojez. A ver
Cullen como siempre actuando antes de mirar, la muchacha se agarró a su brazo
dándole un buen pellizco. ¡Qué mal pensado!
—Señora siéntese –ofreció un buen señor que, siendo testigo
privilegiado de mis esfuerzos y de la agresión involuntaria, decidió echar una
mano. Bella se lanzó al asiento en modo camicace dándole las gracias al buen
samaritano en cuestión pero con una expresión en la cara…indescifrable ¿y ahora
que le pasaba? Fue todo el camino muy callada haciendo muecas extrañas y
poniendo caras raras como si estuviera pensando en algo nada agradable. Cuando
bajamos se despejaron mis dudas.
—¿Tan vieja me veo? –me preguntó de repente.
—¿Vieja? –le devolví la pregunta sorprendido, de todas las
cosas que creí pudiera estar pensando esta es la que menos veía posible —¿por
qué preguntas eso?
—Pues porque últimamente cada vez que me subo a un autobús
donde todos los asientos están ocupados siempre hay algún señor que se levanta
y me cede el sitio llamándome señora y eso…eso solo se hace con las personas
mayores y las mujeres embarazadas y…bueno…en este país…no siempre –me dijo
aguantando las lagrimas y con el labio tembloroso. Mi pobre, dulce y
maravillosa Bella.
—Y también suele haber alguien que simplemente se levanta
porque sencillamente ve que lo estas pasando mal independientemente de tu edad
mi amor y eso es lo que ha pasado. Ese pobre hombre…
—¿Y porque me llamó señora?, la verdad es que debe haberme
visto muy vieja para pensar que soy señora.
—Esto….bueno…lo serás dentro de tres meses ¿qué diferencia
hay?
—Pues porque dentro de tres meses, será dentro de tres
meses, ahora no tengo pinta de señora cuando me case contigo tendré esa pinta
pero ahora no –dijo cruzándose de brazos muy satisfecha de su explicación.
—¿Y qué pinta tienen las señoras mi amor?
—Esto…ummm…pues de señoras que pinta quieres que tengan.
—No, solo era por saber si había algo que marcaba la
diferencia y de lo cual yo no tuviera noticia –le dije mirándola en modo de
burla. Mi niña se me quedó mirando y en sus ojos vi que se había quedado sin
argumentos y cuando Bella Swan se quedaba sin argumentos, bufaba, se cruzaba de
brazos y continuaba su camino de la forma más…digna posible.
—Amor –le dije apretando el paso para alcanzarla
–verás…esto…antes de que nos encontremos con Chelsea te diré que… en fin…ella
siempre ha sido muy efusiva, es por eso que las chicas no podía ni verla, así
que si cuando la vemos se me lanza a…pero no pude terminar la explicación ya
que unos brazos me rodearon por el cuello separándome de Bella y dejándome
totalmente ciego.
—Eddie, Eddie cuanto me alegro de verte —dijo enroscando sus
piernas en mi cintura cosa que me puso de lo mas incomodo.
—Esto…si no te importa estas molestando a MI PROMETIDO ¿te
importaría bajar de ahí? –le dijo Bella con una expresión fiera que pocas veces
se la había visto pero cuando se la veía…temblaba el misterio.
—Bella –le dijo bajándose por fin de mí y arrojándose a ella
tan de improvisto que la hizo perder el equilibrio, yo me lancé también hacia
ellas para intentar parar el desastre y los tres fuimos a chocar contra una
pareja de mediana edad y expresión avinagrada que en ese momento tuvo la osadía
de pasar por detrás. ¿Por qué siempre nos pasaba esto con personas mayores y
malhumoradas?
—Tenga cuidado con lo que hacen –dijo la mujer visiblemente
cabreada y con expresión de necesitar un polvo urgente.
—Perdone señora pero es que hacía tanto tiempo que no veía a
mis amigos –dijo dándome tal golpe en la espalda que mando mi respiración a
tomar un café por unos interminables segundos.
—Pues salúdeles usted de otra forma –lo dicho, la buena
mujer necesitaba un buen polvo. Mire al marido con expresión reprobatoria. A ver buen hombre hay que tener a la
parienta satisfecha que si no luego va por la calle merendándose a los pobres
transeúntes que se atreven a tropezarse con ella sin querer.
—Supongo que eres Chelsea —dijo Bella separándose de la
mujer mal follada y salvando la situación.
—La misma, encantada de conocer a la chica que ha puesto en
su sitio a la maravillosa y perfecta Tanya Denali.
—Chelsea, no tenemos mucho tiempo vamos al grano por favor.
—Siempre tan circunspecto querido amigo. Está bien la
heladería que digo esta por allí.
Después de hacer nuestro pedido y que el camarero estuviera
bien lejos de nosotros, saqué la grabadora y la puse encima de la mesa
advirtiendo a Chelsea con la mirada que no se le ocurriera protestar. Chelsea
miró primero hacia la izquierda y luego a la derecha y, disimuladamente, puso
una servilleta de papel encima de la grabadora. Seguí la dirección de su mirada
y…encontré el motivo y la razón de porque la grabadora debía permanecer
escondida. Con igual disimulo, la saqué de debajo de una servilleta y puse el
bolso de Bella encima.
—Ya te avisé de que me seguirían y en cuanto a esto –dijo
señalando la grabadora —me parece bien, Eddie, pero no te va a hacer falta, lo
que os voy a contar estoy dispuesta a repetirlo ante quien sea.
—De verdad que no te entiendo ¿todo es por venganza?
—No te voy a negar que la venganza sabe muy bien pero no, no
es todo por venganza, sino por un deseo de espiar aquella mentira que os dije,
porque soy una mujer justa y no me parece nada bien lo que está pasando. Te
vuelvo a repetir que soy muy feliz con Carlos, mi marido, el me ha enseñado
mucho y sé que lo defraudaría si obrara de otra manera. Ayer cuando os dije que
creía saber quién era el culpable de todo, os dije la verdad pero...esta mañana
he logrado que mi madre me confirme lo que yo ya sospechaba, lo que os tengo
que contar ya no es una suposición, son hechos concretos.
—¿Estas mirando constantemente hacia un punto donde hay dos
gorilas con pinta de matones que no dejan de mirar hacia aquí, ¿cómo podemos
estar seguros de que esto no es una trampa o que de algún modo ellos te están
escuchando? -ole con ole y olé por mi
Bella, de nuevo una gran pregunta sí
señor. Pensé al tiempo que bajaba mi mano con mucho disimulo para ponerme
bien los pantalones.
-Tienes razón, yo también pensé que pudieran estar
espiándome y de hecho lo estaban haciendo pero tras la conversación con mi
madre suponía que habían dejado de hacerlo, pero por si acaso he tomado mis
precauciones. Y la verdad viendo a esos dos gorilas veo que he hecho bien.
-¿Tus precauciones?, ¿cómo sabes que ahora no lo están
haciendo?
—Un confidente mío que utilizo a veces como fuente para
contrastar reportajes me ha puesto en contacto con un amigo suyo experto en la
materia. Efectivamente llevaba una especie de chip implantado detrás de mi
oreja, como llegó ahí no lo sé. Otro médico amigo de ellos me lo extirpó por
eso sé que ahora estoy limpia por dentro y en cuanto al exterior, el móvil desde
el que os llamé es un teléfono seguro que este chico me dio. Lo he utilizado
para llamaros desde un primer momento, la llamada de anoche también se realizó
desde ahí pero... estaba dentro de la casa por eso estuve tan misteriosa y a la
vez…tan aduladora. Forma parte de un
plan que mi madre cree que voy a seguir. No sé si os fijasteis pero en la parte
de la adulación levanté un poco la voz ya que durante toda la conversación
importante estuve dentro del cuarto de baño de mi habitación con todos los
grifos abiertos...por si acaso. Solo escucharon lo que yo quise que escucharan.
Como veis ahora no llevo joyas ni nada en donde pueda estar escondida una
grabadora y en mi bolso solo llevo un pequeño monedero y el móvil el cual, como
os digo, está limpio, nada más. Pero no nos demoremos más, preparados para
escuchar la historia.
—Somos todo oídos –le dije con impaciencia pero dándome
cuenta de su sinceridad en el hecho de que efectivamente no llevaba ningún
adorno y ella se caracterizaba por llevar kilos y kilos de bisutería allá por
donde iba. Ummm…un punto para ella. Pero me mosqueaba eso del famoso plan que
su madre pensaba que ella iba a llevar a cabo.
—Todo empezó cuando leí en un periódico de la competencia
que Tanya Denali, tu prometida, había sido detenida en Madrid junto a tu madre
Elizabeth Vulturi una de las mayores accionistas de Cullens & Vulturi
publications y esposa del gran Carlisle Cullen. Acto seguido leí en vuestro
periódico la aclaración de que tú no estabas, nunca has estado ni tenias pensando
estarlo en un futuro, comprometido con mi prima y que Marco Vulturi negaba todo
trato de favor hacia su hija. También leí atónita la historia sobre…bueno tu
verdadera madre. He de decir que en ese momento admiré a Marco Vulturi y su
impresionante capacidad para volver a su favor algo que por imperativo legal
debería estar en su contra.
—Chelsea al grano.
—Ya voy, ya voy, Eddie no te pongas así.
—Chelsea —empezó mi novia —¿tendrías la amabilidad de llamar
a MI PROMETIDO por su nombre real?, Eddie no le gusta, deberías de saberlo –le
dijo con un tono muy frío que jamás le había escuchado y yo lo agradecía porque
odiaba que me llamasen así y además me encantó que mi leona particular marcase
su territorio, lo malo es que no solo era yo el encantado…en fin…¿siempre
estaría igual?.
—Perdona Bella es la costumbre, en la universidad todos le
llamaban así para molestarle y a mí se me pegó, de verdad no quiero causarte
problemas ni molestia alguna y...
—Disculpa aceptada y ahora, ¿puedes seguir con la historia?
—Vale, allá voy. Nada más oír la noticia de que mi
maravillosa y perfecta prima estaba en prisión organicé un viaje de visita a mi
madre poniendo mi mejor máscara de pena, preocupación y horror pero en realidad
lo que iba es a enterarme mejor de como Cruella había acabado entre rejas.
—¿Cruella?
—Ya la llamabas así en la universidad ¿recuerdas?
—Sigue.
—El caso es que mi madre me recibió un tanto sorprendida por
mi buena actitud de ayudar ya que como digo siempre mostré animadversión a
Tanya y en la actualidad vivo separada todo lo mas que puedo de la familia.
Pero se tragó el cuento, o eso pensé pero a juzgar por la vigilancia y el
chip... en fin sigo...es así como me entere de la existencia de Bella y que en
teoría tu habías dejado a Tanya por ella. Y yo me carcajeaba interiormente a la
vez que me alegraba de que por fin hubiera una mujer en este planeta y universo
que fuera digna de tu amor y capaz de plantarle cara a la Mujer Maravilla. Como
es lógico mi madre me dijo que, entre todos, estaban intentando sacar a las dos
de la cárcel y que lucharían con todas sus fuerzas para separaros haciendo lo
que hiciese falta. Me dijo que estaba pensando en algo y me preguntó si podía
contar con mi ayuda para llevarlo a cabo ya que al conocerte a ti podría intentar
tenderte una trampa y hacerte creer, Bella, que Edward te había traicionado
conmigo. He de decir que eso me asustó ¿hasta donde eran capaces de llegar?,
necesitaba tener más información así que por el momento dije que sí. Mi madre
me dijo que hablaría con Carmen, su hermana. A mí me extrañó ya que mi tía no
se metía nunca en nada, parecía tan poquita cosa, tan mosquita muerta. Cuando
pregunté a mi madre sobre ello me dijo que no todo era como parecía Edward Cullen sénior tiene una deuda muy
grande que pagar, me dijo antes de darse cuenta que había hablado de más, y
eso me dejó mas intrigada.
Al ver que de mi madre no iba a sacar nada en limpio, opté
por buscar en google alguna información que relacionara a tu abuelo con ella.
Como Carmen Vulturi no encontré nada pero hallé un enlace que me llevaba a su
padre, mi abuelo, Randall Thomas. Randall Thomas había sido durante muchos años
Embajador de los Estados Unidos en España y allí conoció a Teresa, la madre de
Carmen y de mi madre, es decirse…mi abuela. Una bonita historia de amor aireada
en todos los periódicos españoles y americanos ya que mi abuela era una rica
heredera y miembro por derecho propio de la alta sociedad española. Cuando
Carmen tenía quince años y mi madre trece, ofrecieron a Randall un puesto en el
gobierno de la nación y así toda la familia voló directa a Washington. Tiempo
después Randall se vio envuelto en un escándalo político de dimensiones y
consecuencias catastróficas. Las acusaciones iba desde corrupción política,
malversación de fondos del Estado, pasando por tráfico de drogas y de…mujeres.
Otro periódico sensacionalista publicó unas fotos muy comprometedoras de él
teniendo sexo salvaje con una prostituta y momentos después golpeándola
salvajemente, pero fue un redactor del periódico de tu abuelo, Cullen News que
ya por aquel entonces tenía una tirada a nivel nacional, quien tras una
investigación de meses perfectamente contrastada y sustentada, publicó, con el
beneplácito de tu abuelo, la noticia que dejó al país helado. Ni que decir tiene
que eso fue el fin de su carrera y su matrimonio. En el plano político le
hicieron dimitir y en el plano personal Teresa se divorció y se marchó a España
con sus hijas. El divorcio fue un circo mediático espectacular y Teresa ganó la
demanda dejándole en la ruina. Poco tiempo después Randall fue encontrado en su
domicilio muerto. La autopsia reveló que estaba hasta arriba de drogas y
alcohol. De las dos hermanas, mi tía Carmen era la que siempre había estado más
unida a su padre y la noticia la dejó con una depresión tan grande que tuvo que
ser ingresada en un hospital psiquiátrico. Cuando salió ya recuperada se marchó
de nuevo a América y sorprendió al mundo y a la familia con su matrimonio con
Eleazar Denali, hijo de una nieta de Edward Cullen junior. La cosa me hizo
sospechar y con mi habilidad de periodista confronté a mi madre. Después de
mucho sudar, esta mañana por fin he conseguido que mi madre me contara el resto
de la historia. Carmen por lo visto prometió vengarse y hacer que tu abuelo
pagara por lo que se supone hizo. Y eso es lo que ha estado haciendo, o al
menos intentando hacer desde entonces.
La primera parte de su plan era contactar con Rebeca, Rachel
y Eleazar ya que conocía perfectamente toda la historia y la razón por la que
Rebecca y Rachel sienten ese odio hacia la familia Cullen. Las convenció y
manipuló para qué creyeran que junto a ella conseguirían por fin su venganza
así como hacerse con su dinero. Cuando se casó con Eleazar aun no tenía un plan
concretado, solo se limito a estar en la sombra a la espera de su oportunidad y
desde su posición privilegiada obtenía una gran cantidad de información sobre
los Cullen que esperaba le sirviera en el futuro.
Cuando se enteró de que los Cullen y los Vulturi podrían
fusionarse mediante un matrimonio con su hija mayor empezó a forjar su plan. Lo
primero era enterarse de todos los secretos e intimidades de las dos familias y
para eso forzó a su marido a tener relaciones sexuales con Elizabeth Vulturi.
Pero su verdadero objetivo era sacar a la luz ese romance una vez tu padre y
Elizabeth se hubieran comprometido formalmente dando paso así al primer
escándalo mediático. Cuando se enteró de que Carlisle era a Esme a quien amaba,
el plan se le vino un poco al traste, el escándalo seguía estando servido si
ella iba a los periódicos con la noticia de la relación, pero salpicaría a los
Vulturi no a los Cullen y eso a ella no le interesaba…de momento, pero se quedó
con la cantinela de que Elizabeth odiaba a Esme por haber sido la elegida de
Carlisle y un nuevo plan empezó a fraguarse en su cabeza. Conminó a su marido a
que dejase embarazada a tu tía al tiempo que concertaba una entrevista con ella
para decirle que era conocedora de la relación que mantenía con su marido y que
lo difundiría por todos lados a no ser que… y juntas urdieron el plan que
dejaría a Esme fuera de juego y a ella con un hijo que serían su pasaporte para
su matrimonio con Carlisle. Por supuesto parte del trato era que tu tía
entregara en adopción al fruto de su relación con Eleazar para que fuera criado
como un o una Denali hasta que llegara el momento de poner en marcha el plan.
Al mismo tiempo ella aparentaría ser la madre biológica del hijo que Esme
tuviera. He de añadir en este punto que vuestra tía Athenodora se prestó a ayudar
a Elizabeth pero su participación en este asunto ha quedado ahí, no tengo
constancia de que estén involucradas en nada más.
Ahora solo quedaba rezar para que los hijos que nacieran de
una y otra hermana fuera de sexos diferentes y poder seguir con su plan, pero
si resultaban ser dos varones o dos hembras eso no la detendría y pensaría en
otra forma de venganza. Pero la suerte volvió a ponerse de su lado cuando Esme
tuvo gemelos. Fue entonces cuando obligaron a Elizabeth a prometer que su hija
Tanya se casaría contigo y que sería una Cullen. He de decir que desde el
principio Elizabeth fue chantajeada con sacar a la luz no solo su relación con
Eleazar, cosa que ahora sería un auténtico escándalo ya que era ella la que se
iba a casar con Carlisle, sino también cierta información sobre un atropello
con resultado de muerte que, por supuesto, la misma Carmen provocó. La primera
parte del plan estaba en marcha. Una vez casados Tanya tenía la misión de ir
metiéndote a ti y a tu familia de escándalo mediático en escándalo mediático y
en un lío tras otro hasta dejaros totalmente arruinados tal como, según ella,
tu abuelo hizo con su padre. Ella es el cerebro de todo esto, todos los demás
son sus títeres. Simplemente está escondida en la sombra dando órdenes y rodeándose
de gente que de un modo o de otro tiene algo contra tu familia.
—¿Es la responsable directa de los mensajes, los intentos de
secuestro y el atentado contra nuestras vidas en el Lago? –le pregunté
horrorizado por lo que estaba escuchando.
—Sí, es la responsable directa pero no la autora material,
eso se lo deja a sus esbirros. Gente que como ya digo es especialmente
contratada y buscada porque tiene algo que "arreglar" con tu familia,
o gente como los secuestradores o los que contrató para el tiroteo que son
simples criminales muy bien pagados. Rebecca y Rachel están la primeras de la
lista, Rebecca no perdona que tu abuelo tratara a su hermano Carlisle con una
actitud diferente a la suya por culpa de su matrimonio no permitiéndole ser una
Cullen total y ha reflejado ese resentimiento en su hija Rachel y esta a su vez
en Eleazar que, si me lo permitís, es un calzonazos de tomo y lomo
Pero tenéis frentes abiertos en varios sitios, los más
peligrosos dentro de la redacción de vuestros periódicos tanto aquí como en
Chicago. No sé si Esme te habrá hablado de Demetri y Gianna, dos supuestos
amigos suyos. Por parte de Demetri esa amistad está confirmada y él es ajeno a
todo esto, pero Gianna, Gianna siempre ha sentido celos de Esme y la ha odiado
de una forma que no te puedes imaginar. Ha sabido reflejar esa animadversión
por ella en sus hijos manipulándoles para que crean que su padre no los quiere
porque son hijos de ella y no de Esme Cullen y, por supuesto, los ha convencido
de que Demetri solo te quiere a ti y a Alice porque sois los hijos de su gran
amor. Ese matrimonio tiene dos hijos, Gianna y James. Gianna es vuestra
recepcionista pero es una total y absoluta impostora, no es quien dice ser, es
una informática de primera y la autora de los mensajes que le han sido enviado
a Bella desde el principio tanto a su móvil como a sus dos equipos el
particular y el del trabajo. Ella fue la que hakeo tu cuenta de la universidad,
averiguando tu clave para acceder. La dirección de correo fue muy fácil
averiguarla ya que Gianna coincidió contigo en la universidad, puede que no te
acuerdes porque nunca te fijarías en una mujer cómo Gianna, ella no se acerca
ni con mucho a tu descripción de mujer perfecta y tampoco Victoria, redactora
de vuestro periódico, y su amiga del alma, tan amiga que hasta incluso creo que
son amantes. ¿Te acuerdas aquella vez en que le pediste a Irina que fingiera
ser tu novia para quitarte de encima a una mujer?
—Sí pero se llamaba Vicky o algo así, un momento –dije
haciendo clic en mi cabeza-, Vicky de Victoria.
—Exactamente. Fue muy fácil saber tu dirección de correo y
luego años más tarde hakearla y debo decir que no les debió de costar mucho ya
que eres muy obvio con las contraseñas. Apuesto a que el nombre de Bella figura
en alguna de ellas en la actualidad –me dijo mirándome y en ese momento
enrojecí ya que no solo estaba en algunas, estaba en todas. Yo por lo general
era un animal de costumbres y ponía las mismas contraseñas a todo para no
equivocarme.
—Vale ya tenemos la conexión española –le dije pensando en
el disgusto que se iba a llevar Esme ya que verdaderamente consideraba a esa
tal Gianna como su amiga –que hay de la conexión en chicago, ¿qué hay de Black?
—Black es un puto iluso que lo único que pretende es
conseguir a Bella, él no es parte de la organización va por libre, de momento,
no me extrañaría que Carmen al ver los problemas que habéis tenido con él lo
reclutara. Yo que vosotros no lo perdería de vista y en cuanto a Chicago, te he
dicho que Gianna tiene un hermano pequeño, James y creo que trabaja en tu
periódico con un apellido falso igual que aquí Gianna. Y James no trabaja solo,
se ha camelado a Mike Newton no me preguntes como ni que gana el tal Newton con
ello. Jessica y Lauren son dos pobres…zorras que juegan a enamorarte y las
tienen convencidas de que si hacen esto Bella y tú os separareis y elegirás a
una de ellas. En cualquier caso, es James quien manda los mails desde Chicago
ayudado por su hermana, pero desde un equipo que no se puede rastrear y desde
algún sitio desconocido ya que está por decirlo así liberado. De los mensajes
al móvil se encarga Gianna, ella sabe cómo hacer para que la policía no
encuentre el aparato de procedencia.
—Algo más que añadir –le dijo mi Bella viendo como Gianna
miraba incomoda en ese momento hacia el lugar donde estaban nuestros
guardaespaldas.
—Sí, tenéis otro frente abierto del cual nada sospecháis.
Vuestro propio…equipo de seguridad –nos dijo sin dejar de mirarles –ese tal
Paul es…el hijo de Rachel, hermano de Eleazar.
—¿Qué? –pero si Eleazar no tiene hermanos. Mi padre nunca me
habló de ninguno
—Eso es lo que os han hecho creer. Rachel y su marido lo
repudiaron cuando este se metió en un lío de faldas tremendo, pero todo es
apariencia, todo forma parte del plan. El supuesto lio fue un montaje muy bien
urdido por Carmen. Paul es…un títere más que si hace lo que se le dice que
tiene que hacer ganará no solo un montón de pasta sino el privilegio de volver
a ser un miembro de la familia ya que él no sabe que todo es una trampa y cree
a pies juntillas que es cierto que la familia lo ha repudiado. Es...un
mujeriego y no dudó un segundo en pensar que el supuesto escándalo era cierto y
que él no se enteró por estar hasta arriba de drogas de diseño.
—Y si tan mal te llevas con tu familia, ¿cómo sabes tanto y
tienes tantos detalles?—preguntó mi Bella haciendo gala una vez mas de su
perspicacia. Buena pregunta sí señor yo estaba cuestionándome lo mismo. Mi
erección estuvo de acuerdo conmigo y mis pantalones casi estallan. Cullen por favor, no es el momento.
—Como ya os digo la historia del padre de Carmen es de
dominio público, no tienes nada más que saber buscar. Como ya os he explicado,
cuando me enteré de su pasado me fui a confrontar a mi madre que también guarda
mucho rencor hacia tu familia no en vano ella también era hija de Randall
Thomas, yo soy prima de Tanya ¿recuerdas?, mi madre tiene las mismas ansias de
venganza pero ha estado siempre esperando a que Carmen, su hermana mayor,
actuara. Cuando la confronté y no tuvo más remedio que admitirlo le hice creer
que las ayudaría asegurándole que yo también odiaba a los Cullen de igual
manera por haberme impedido conocer a mi abuelo. Mi madre al final se lo creyó
y como ya digo esta mañana por fin me contó toda la historia. Supongo que Carmen
le ha dado carta blanca al pensar que mis intenciones son...honestas. Supongo
que me gané esa confianza porque cuando me quité el chip fui corriendo a
confrontar a mi madre reprochándola el hecho de que no confiase en mí. En una
actuación magistral le hice creer que mi familia es lo principal y que haría lo
que fuese por ella. No tengo muy claro aun si me creen o no del todo, porque no
sé si aquellos dos... me están vigilando o protegiéndome, los he descubierto
mientras venía hacia aquí. También sabe que el teléfono que uso es...privado y
que no puede hacer nada para intervenirle es...mi seguro de vida. Si no puedes con ellos, únete a ellos, dice
el refrán. La única forma de que me crean es...diciendo una verdad...a medias
—¿Y qué papel juegas tu en este plan?
—Soy una antigua amiga de la universidad que viene dispuesta
a reconquistar a su antiguo novio, obviamente quitándote a ti del camino. El
efusivo abrazo de nuestro encuentro en Callao solo fue una puesta en escena.
—Pues como haya alguien vigilándote verá con sus propios
ojos tu estrepitoso fracaso –dijo mi Bella levantando una ceja. Bien por ella sí señor me dijo mi
erección.
—Por eso mi querida Bella cuando te levantes de aquí te
aconsejo que me des un bofetón o en su defecto pidas otro helado y me lo tires
a la cara. Yo les contaré que había quedado solo con Edd…esto Edward y tú te
presentaste sin avisar.
—Seguimos sin fiarnos de ti –le dije acomodando como podía
mis pantalones –solo te aviso de que esta grabación –dije señalando el bolso de
Bella debajo del cual permanecía escondida la grabadora –será enviada
inmediatamente a Chicago para que mi abuelo y nuestros abogados la presenten
como prueba. Otra copia está destinada a la policía de aquí y una tercera a los
compañeros del servicio secreto del hermano de Bella.
—Ya te dije que atestiguaría todo lo que he dicho donde
fuera y ante quien fuera. Ya no es solo cuestión de venganza, es cuestión de
hacer justicia. Puede que tu abuelo se extralimitara en el ejercicio de su
poder publicando aquel artículo, pero era periodista y los periodistas nos
debemos a la noticia y era un artículo serio y confrontado sobre las
actividades tan poco éticas de mi abuelo quien es el culpable inicial y final
de todo. Edward senior no tenía la culpa de lo que Randall hizo, solo informó
porque era del interés general y por lo que tengo oído eso se publicó una vez
puesto en conocimiento de las autoridades pertinentes, quienes no dejaron que
eso saliera a la luz hasta que no hubo una investigación a fondo demostrándose
que era verdad. Tu abuelo solo lo publicó cuando Randall ya sabía que eso
saldría a la luz, cuando ya había sido expulsado del Gobierno, cuando ya mi
abuela estaba a punto de dejarlo. Tu abuelo no tuvo la culpa de lo que el mío
hacía y no podía controlar a la prensa amarillista. Pero Carmen y mi madre
tienen una visión errónea del asunto y no quieren oír hablar del tema. Yo solo
hago lo que pienso que es justo, ni tú, ni tu hermana, ni nadie de la familia y
por supuesto, mucho menos Bella tienen que pagar por algo que pasó hace tanto
tiempo.
Los años que pasé junto a vosotros en la universidad me
hicieron apreciaros e incluso llegué a quereros, siempre envidie la bonita
familia que formabais todos tan unidos, pero era una envidia sana. Créeme
Edward no quiero haceros daño. Edward hasta que os enterasteis de mi engaño y
me expulsasteis del grupo yo fui feliz formando parte de algo. Aunque era
consciente de la animadversión de las chicas, lo veía normal dada mi…digamos
forma de ser, por primera vez me sentí tratada como una persona, no como a un
bicho raro que era despreciado por no ser maravillosa y perfecta. Y fui yo
quien la cagué nadie más que yo, os engañé y ahora…con esto quiero ganarme
vuestro perdón y devolveros parte de esa amistad que me disteis. Soy muy feliz
con Carlos, tengo amigos unos buenos y otros no tan buenos pero nunca olvidaré
a los primeros…a vosotros.
—Una pregunta más Chelsea –volvió a decir mi Bella –Tanya es
una marioneta más o estaba enterada de todo el plan desde el principio.
—Esa es la misma pregunta que me hice yo, por eso fui a
verla a la cárcel y sí, la respuesta a tu pregunta es sí, Tanya estaba enterada
de todo. Siempre nos hizo creer que actuaba así porque creía a pies juntillas
que Edward estaba enamorado de ella, pero no, solo era una farsa, una careta,
ella sabe desde el principio cual era su papel en este juego y lo desempeñó a
la perfección. Solo una cosa se la ocultó, la más importante creo, ella pensaba
que es hija de Carmen. Pero a mí no me da pena chicos, tiene lo que se merece,
lo que ella misma se ha buscado. Cuando fui a verla a la cárcel me confesó que
con el paso del tiempo se había convertido en algo personal porque poco a poco
se había ido enamorando de ti y que su objetivo solo era casarse y contarte la
verdad, no tenía intención de seguir con el plan de su madre una vez te hubiera
conseguido a ti pero se servía de ello para sus propósitos. Desde hacía ya un
tiempo sus movimientos solo estaban dirigidos a que te fijases en ella y se
sentía rechazada y dolida porque no lo hicieras y creyó morir en casa de Bella
cuando esta le enseñó su sortija de compromiso ¡que conmovedor!, yo sé lo que
es el amor, lo estoy experimentando con mi marido y si Carlos un día me dijese
que no me ama, que se ha enamorado de otra y que esa otra es la mujer de su
vida, no lo dudaría, le dejaría marchar, con el corazón roto pero lo dejaría,
ese es mi concepto del amor. Desde mi punto de vista Tanya hubiera resultado más
creíble si hubiera dejado de perseguirte en el momento en que expresaste tu
amor por Bella, pero en vez de eso siguió insistiendo llegando incluso al punto
del secuestro. Secuestro que, por supuesto, fue urdido por Carmen. Los hombres
que os secuestraron fueron reclutados personalmente por ella, donde los buscó,
no lo sé, solo sé que eran unos criminales muy perseguidos tanto por la policía
de aquí como por la americana. Y lo mismo te digo de los que participaron en el
tiroteo.
Cuando estuve en la cárcel, pude tener una visión de la
Tanya no sofisticada, se la ve pálida y demacrada, pero para nada arrepentida.
Decididamente fui, además de para lo obvio, a ver si conseguía sacar de mí algo
de lastima, pero no, solo salí de allí odiándola más. Ella lo sabía, decía
amarte y aun así siguió adelante. Sencillamente no lo entiendo.
—Sabes por primera vez en toda la velada estoy de tu parte.
El amor es dar todo lo que tienes sin esperar recibir nada a cambio. Yo también
dejaría marchar a Edward si él me demostrase que ama a otra mujer, con el
corazón desecho pero lo haría. Dicen que si amas es mejor dejarlo ir cuando es
obvio que ese ser amado no quiere permanecer a tu lado ya que eso solo trae
infelicidad para ambos –Bella una vez más me dejó paralizado y gratamente
sorprendido por sus palabras. Ella era así, buena, generosa, para nada egoísta,
una mujer que merecía ser adorada y venerada besando cada centímetro de suelo
que ella pisara. Por supuesto cierta parte de mi anatomía estuvo de acuerdo
conmigo. A este paso iba a tener que salir corriendo a la tienda más cercana
por unos pantalones de unas cuantas tallas más grandes.
—Lo ves Bella, no somos tan distintas y cuando esto pase
espero contar con tu amistad, lo apreciaría mucho y Edward también espero
recuperar la vuestra, la de todos.
—Eso ya se verá, dependerá de tu actitud. Pero de momento
creo que no tenemos más que hablar, ya recibirás noticias cuando nuestros
abogados se pongan en contacto contigo.
—De acuerdo, solo llevad cuidado. Por favor cuando vuestros
abogados contacten conmigo que lo hagan a través del teléfono que os he dado y
que lo hagan con precaución, no sé hasta qué punto ya me creen o estoy en
peligro y…Bella…prefiero la bofetada, estos helados está muy buenos para
desperdiciarlos así. Y por favor haz que sea creíble, me hare cargo del asunto.
—Yo te creo, Chelsea, no sé porque pero te creo, y si tengo
razón solo te digo que tu también tengas cuidado. No sabes cuánto te agradezco
que te arriesgues así –dijo mi Bella levantándose del asiento y propinándole a
Chelsea una bofetada tan fuerte que esta perdió el equilibrio y cayó hacia
atrás. Por la expresión de mi novia vi que se arrepintió al momento de haber
sido tan…brutal, pero no había tiempo a contemplaciones, dos gorilas se
acercaban corriendo hasta donde estábamos nosotros. Cogí por el brazo a Bella y
salimos de allí cagando leches mientas nuestros propio equipo de seguridad nos
seguía. Lo primero que hice fue pedir a los otros dos miembros de dicho equipo
que retuvieran a Paul, el cual se dejó hacer totalmente sorprendido de que lo
hubiéramos averiguado.
Nada más llegar a casa Emmett hizo las respectivas copias.
Envié una transcripción de la grabación a mi abuelo y a Laurent, mientras
Emmett hacia lo mismo con la policía española y con sus compañeros. Luego hablé
personalmente con Esme quien se mostró sumamente compungida y dolida por la
traición de la que ella consideraba una amiga. Yo había hablado con mi padre
antes del tema y Carlisle me confirmó la existencia del hermano de Eleazar del
cual supuestamente no se hablaba por haber avergonzado a la familia. En el
momento de la llamada a mi madre, él estaba con Esme consolándola. Las palabras
cariñosas y de consuelo que Esme recibió de mi padre hicieron que Bella y yo
nos miráramos levantando una ceja. No sé porque me olía que estos dos dentro de
poco nos darían una muy bien recibida noticia.
Mi abuelo Edward confirmó punto por punto la historia de
Chelsea y añadió trozos de la historia que solo conocía él, como que Randall
Thomas era un drogadicto que cuando estaba colocado se divertía apaleando a
prostitutas hasta el punto de matarlas como en realidad pasó en dos ocasiones. Como comprenderás hijo no podía dejar que
una persona así siguiera rigiendo nuestros destinos y menos en un cargo
político tan importante. Pero hice las cosas bien, la prensa sensacionalista
hizo el trabajo sucio, me dijo añadiendo que no se sentía culpable pero que
lamentaba todo el daño que esto me había causado. Yo, naturalmente, le contesté
que como periodista y como persona habría actuado de la misma manera. No se
pueden consentir ciertas actitudes en una persona importante o no, y permanecer
callado cuando tú tienes el poder de desenmascararlo. También me dijo que nunca
relacionó a Carmen con la hija de Randall Thomas.
Ahora la balanza se inclinaba a nuestro favor, solo era
cuestión de tiempo que todos los peones cayeran y nosotros pudiéramos dar…
jaque a la Reina.
PARA CAPÍTULOS ANTERIORES, PINCHA AQUI